miércoles, 6 de julio de 2011

Un mundo de oportunidades


Eduardo Caro

De un vistazo a vuelo de pájaro se puede apreciar como a cambiado el mundo desde el derrumbe del comunismo y el bloque soviético. Casi 30 anos después se comienza a vislumbrar como sera el mundo de los siguientes 100 anos. Y por cierto va a ser muy diferente al mundo bipolar Estados Unidos-Unión Soviética que reino durante 70 anos en el siglo XX.


Lo que inicialmente se creyó podría ser la era del dominio absoluto del eje Estados unidos-Inglaterra, por propios problemas internos e impericia propias, causaron una crisis de la que no consiguen escapar. Al no invertir recursos en terceros países naturalmente cercanos, para desarrollarlos y así agrandar el mercado de sus productos, optaron por mantenerlos deprimidos, ahogados por deuda financiera, y políticamente vulnerables. 

Como solución a la falta de crecimiento de la demanda de sus productos eligieron inflar artificialmente la demanda local , una visión totalmente umbilical. Esta demanda marginal creada de la nada, se convierte en la crisis (subprime) de deuda que estallo en 2008, con la quiebra de varios bancos. La perdida de vivienda y activos de centenares de miles de ciudadanos y de un desmejoramiento general del nivel de vida en Estados Unidos, se materializo ,como nunca antes. Solo atenuado con la enorme emisión de dolares, que como contrapartida, ya esta causando una inflación muy elevada.
Este problema  va a tardar décadas en resolverse siempre que se actúe inteligentemente, cosa que por ahora no se vislumbra .

El segundo actor es Europa, una vez desaparecida la amenaza del comunismo, se da el fuerte enfrentamiento entre Estados Unidos y Alemania por el dominio del mercado europeo. La creación del mercado común europeo y sobre todo la instauración de la moneda común, el Euro, significaron el gran triunfo de Alemania sobre el eje Estados Unidos-Inglaterra. 

Alemania de esta forma se aseguraba un enorme mercado de 300 millones de habitantes para sus productos. Ahora bien, no se tuvieron en cuenta las asimetrias de los países miembros. Existe una enorme diferencia de productividad entre un trabajador alemán y uno griego, solo por citar un solo ejemplo. La diferencia es casi 4 veces mayor. Eso conlleva a que al tener la misma moneda, es imposible que ambos tengan el mismo nivel de vida, el ajuste se tiene que dar en forma nominal, es decir el salario de un trabajador  griego tiene que ser 4 veces menor que el alemán, o sino el trabajador alemán le tiene entregar la mitad de su salario al trabajador griego para mantener esta paridad. 

Cosa que ha venido pasando por 10 anos pero no sustentable en el largo plazo y es la crisis que esta ocurriendo ahora.
Los países como Grecia, Irlanda, España, Italia, etc se acercan a la quiebra . Y las soluciones van a ser lentas y costosas si es que llegan.

Y un tercer actor lo representan China y en menor medida India. Ambos países con un fabuloso crecimiento,  basado en proveer de productos a Estados Unidos y Europa que juntos representan el 65% de consumo mundial.
Pero el costo de ser la fabrica del mundo es la esclavitud, con salarios de menos de US$ 1 por día, jornadas de 12 hs diarias y 2 días francos por mes, tampoco es sustentable por mucho tiempo.

El intercambio de productos por deuda que hace especialmente China, tipicamente vendiendo productos por dolares, y con estos dolares obtenidos  comprando títulos públicos a USA, volviendo estos dolares a USA que los utiliza nuevamente para comprar mas productos chinos.
Esta bicicleta, esta empantanándose. China tiene que desarrollar mercado interno (que ya lo esta haciendo) , y esto conlleva a un necesario cambio en la política hacia los trabajadores, porque ahora hacen falta clientes también.
Elevando el nivel de vida de la población y por lo tanto sobre valuando la moneda respecto del dólar, conseguiría este efecto.

Este análisis nos trae finalmente al nudo de este trabajo . Se ve como el mundo se convierte en tricefalo y con posibilidades de incrementarse a 5  las naciones/bloques que se disputan la supremacía si agregamos Rusia y Brasil a la ecuación.

Y al no haber hegemonías absolutas, ni tampoco siendo la guerra una opción para resolver disputas. Las oportunidades de las naciones mas pobres como la nuestra se multiplican.

Hoy como nunca antes en la historia  de nuestro país, se dan las condiciones para que Argentina pueda sacar provecho de esta coyuntura , convirtiéndose en proveedora de productos específicos en los cuales tenemos ventajas comparativas, como mano de obra calificada, producción y elaboración de alimentos, industrias extractivas como minería, gas y petroleo, y todas las industrias de alto nivel de consumo de energía.

Es imprescindible un acuerdo general de todos los sectores del país, en no mas de 10 puntos de políticas de estado.

Que se mantengan a salvo de los intereses de países y bloques extranjeros, y que propendan a que en menos de una década eliminar por completo la pobreza en Argentina. Promoviendo un verdadero desarrollo que alcance a todos los niveles sociales. Respetando y potenciando la idiosincracia y voluntad de los pobladores y sus regiones.

Eduardo Caro

2 comentarios:

  1. muy buen análisis, me parece que he escuchado sobre las cinco futuras potencias en un programa que conducía Lanata. Creo también que la Argentina puede generar grandes recursos como así también grandes productos. Su mercado interno debe ir creciendo cada vez mas para escapar de lo que fuimos alguna vez como el granero del mundo.
    felicitaciones por el trabajo

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  2. Impecable análisis Eduardo, has podido resumir en pocas estrofas el estado económico y geopolítico del mundo actual y, lo que es más difícil, expresarlo en palabras que cualquiera puede entender!

    Creo, no obstante, que si bien la guerra no es una opción ante la conquista económica, es un alfil crucial en la estrategia de las potencias que mamaron pólvora en sus infancias. La guerra como motor de la industria interna, como vía de adquisición de territorio y recursos naturales y, por supuesto, la guerra de exportación para desestabilizar gobiernos que no sean favorables a los intereses económicos mundiales.

    Por último, agrego un sano proteccionismo a las políticas de estado que deberíamos implementar. Evidentemente exportar la lana a $1 y comprar el aceite de soja a $4 no es negocio.

    Saludos! Cristhian

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